El
Espanyol llegaba a la jornada 15 con la imperiosa necesidad de sumar
los tres puntos para iniciar así la remontada hacia la salvación.
Tras la primera semana completa de entrenamientos con el
nuevo míster Javier Aguirre, la normalidad parece haber
llegado a la casa perica, otra será ver, si también llegan los
resultados.
El
Espanyol recibía a un Sevilla que venía de encadenar en Liga dos
derrotas seguidas ante Atlético de Madrid y Valladolid.
Con una trayectoria errática y con mucha
irregularidad el conjunto de Michel lleva combinando partidos
destacables y otros lamentables, lejos de aquel Sevilla que no hace
muchas temporadas era la alternativa en una Liga de dos y un equipo
respetado en Europa.
Por
su parte, el Espanyol vive inmerso en una situación delicada, la
destitución de Pochettino y la incorporación de Javier Aguirre como
nuevo técnico han rebajado la tensión y han quitado presión a
la recién estrenada Junta Directiva, sabedora de que
la dinámica negativa que venia acompañando al equipo
reclamaba un cambio de propuesta futbolística, nuevo aire y nuevos
estímulos para una plantilla joven y engarrotada por un inicio de
temporada decepcionante y convulso. Y en el fútbol ya se sabe;
cuando las cosas no van bien es más fácil quitar a uno que no a 20
jugadores, y así ha sido.
El
Espanyol de Aguirre no es el mismo de Mauricio Pochetino, en el
primer partido del mejicano en Granada (0-0) ya pudieron intuirse
algunas de las premisas que van a guiar el juego de los blanquiazules que acabaron de confirmarse tras el
partido frente al Sevilla. La prioridad del Espanyol pasa por
defender, no encajar goles y ser un equipo solidario y comprometido
con el compañero. Del 4-2-3-1 habitual en el argentino hemos pasado
a un 4-1-4-1 con el mejicano, lineas enganchadas, reducción de
espacios, equipo replegado y con un punta, Longo o
Stuani, buscándose la vida y nunca mejor dicho. Colotto y
Moreno son fijos como centrales, Forlín o Baena parece que serán
los hombres que den contención al medio del campo por detrás de
Verdú y Víctor Sanchez.
Tras
el partido contra el Sevilla, el empate cosechado dejó un gusto
amargo, no se ganó un punto, se dejaron de ganar dos puntos vitales
que hubiesen sacado al equipo de las últimas posiciones. Y más en
la forma en la que se desarrollo el encuentro, desde el inicio se vio
que iba a ser un partido tosco, físico y sin mucha
elaboración y así fue. Desde bien pronto, también se constató que
Muníz Fernández, el de la gomina, quería ser el protagonista del
encuentro, después de acertar en señalar penalti de
Fernando Navarro sobre Joan Verdú ,que el mismo transformaría al ya
habitual estilo "panenka", poniendo el 1-0, se invento
un penalti en el área local. El colegiado interpreto
pena máxima en un forcejeo entre Stuani y Kondogbia que acabo con un
piscinazo de este último.El croata Rakitic puso el empate desde los
9 metros. La actuación de Muniz Fernandez no acabo ahí;
expulso de forma injusta al visitante Reyes por lanzar una falta
cuando había autorizado al jugador efectuar el servicio, antes de
llegar al descanso dejo de señalar un penalty de Spahic sobre Stuani
y acabo enseñando 9 targetas amarillas y una roja. Suma y sigue para
Muñiz y suma y sigue en el carrusel de nefastos arbitrajes que
llevan viviendo los pericos esta temporada.
Tras
una primera parte sin mucho juego y con pocas llegadas al arco se
llego al descanso con el uno a uno al marcador, el Espanyol le cedia
el control del balón al Sevilla esperando agazapado y ordenado
aprovechar alguno de sus pocos acercamientos al área rival mediante
Wakaso o Verdu y alguna jugada aislada de Stuani. Tras la reanudación
el Espanyol salio convencido a por el partido, estiró lineas y paso
a controlar la posesión de balón aprovechando la inferioridad
numérica de los sevillistas, el Espanyol no creaba sensación
excesiva de peligro pero parecia haber salido con otro aire y
dispuesto a controlar el tempo del partido, al cuarto de hora de la
segunda parte Aguirre introdujo a Simao en sustitución de un
desaparecido por enésima vez, Rui Fonte , y fue nada más salir
cuando el portugués en la primera pelota que tocaba remataba con la
cepa un corner lanzado por Wakaso poniendo el 2-1 para éxtasis de
los poco más de 16000 valientes pericos congregados en CornePrat.
Parecía que lo más difícil ya estaba hecho y que los tres puntos
no podían escaparse esta vez. Los blanquiazules se habían vuelto a
adelantar en el marcador y ahora estaban con un hombre más.
El
gol de Simao acabo siendo contraproducente; el equipo al verse con
los tres puntos en una situación tan delicada acabo retrocediendo
metros y no aprovecho la inercia positiva que el gol les había
otorgado. No se busco y no se supo cerrar el partido ante un rival
herido y mermado, el Espanyol paso a especular y baso su juego
nuevamente en buscar el fútbol directo con su hombre referencia,
esta vez el joven Longo, que había sustituido a Stuani a 15`del
final. Verdú dispuso de dos ocasiones para rubricar la ansiada
victoria pero sus disparos no encontraron puerta. En éstas se llego
al tramo final del encuentro, el Sevilla acabo encerrando al Espanyol
y en una jugada aislada e incluso fortuita empató el encuentro en el
descuento. El gol cayo como un jarro de agua helada en el aficionado
perico, viéndose ya con los tres puntos y con una victoria
poco brillante pero balsámica.
Las
sensaciones que quedan después del empate son ciertamente
contradictorias:
-Se
ha constatado que en los dos partidos con el nuevo técnico los
jugadores vienen mostrando una actitud y una implicación que es la
adecuada para salir de la situación actual.
-Se
ha constatado también que tenemos una plantilla joven, vulnerable y
que debe recuperar la personalidad ganadora, no puede dejarse escapar
una victoria en el descuento habiendo jugado 60 minutos con un hombre
más.
-El
sistema de Aguirre es conservador y pasa por fortalecer el aspecto
defensivo y en base a esa solidez ir construyendo el juego ofensivo
del equipo, de momento escuálido. Dos semanas son poco tiempo, hay
que dar confianza al nuevo técnico.
-Verdú
es el eje del equipo, pero necesita un socio para llevar la manija
del equipo y Tejera es ese hombre, si está implicado y muestra
compromiso con el club debe jugar, acabará siendo una pieza
importante, es necesario.
-Longo
está por delante de Stuani con diferencia.
-Estamos
en una situación complicada pero no crítica, el empate no es del
todo malo si tenemos en cuenta que nuestros rivales directos(
Deportivo, Granada, Osasuna y Mallorca ) han perdido sus respectivos
encuentros esta semana.
-Próximos
partidos vitales y que van a marcar el rumbo del equipo esta
temporada, dos salidas contra los grandes de la liga, FCB y RM y tres
partidos en casa contra Depor, Celta y Mallorca que serán dramáticos
Aunque con Poche el equipo ya no tenía alma, creo que con su estilo de juego, hubiéramos ganado los partidos de Granada y Sevilla, ya que cuando el rival nos da el balón porque es inferior o juega con 10, con Aguirre no sabemos generar ocasiones de gol. El pelotazo de Aguirre no funciona con delanteros que no saben jugar de espaldas, ni con una línea de volantes ofensivos que no cogen rebotes. Longo podría servir más que Stuani para el estilo de Aguirre, pero Longo es el segundo jugador de la Liga que más faltas hace, aunque el chico tiene algo de calidad, toda acción de retener el balón o presionar se pierde al cometer él falta en cada jugada. Aún dudo también si la posición de Wakaso en la banda es su sitio, veo que corre mucho, pero sin mucho sentido en el ataque. Estoy de acuerdo contigo que mejoramos en defensa, sobre todo porque el juego de toque de Pochetino no funciona sin jugadores de cierta calidad: sin Callejón, ni Javi Marquez, ni Sergio García, ni Coutinho, ni Weiss, y con Verdú muy lejos del área y de buen estado, el Espanyol no puede jugar como lo hacia antes. Realmente, necesitamos fichajes, espero que cacemos algún jugador de calidad
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